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Sobre mí

Quién es Cristian M. Piñol

Este de la foto de arriba soy yo.  

 

No suelo verme muy bien en las fotos así que cuando hay alguna en la que me veo algo decente aprovecho para ponerla en todas partes.

 

En esta sección de la web es donde debería contarte quién soy de la forma más impresionante para causar en ti una buena impresión, que sepas cual es mi rollo y por qué deberías hacerme caso.

 

En primer lugar:

No debes hacerme caso en ningún momento.

 

Me explico.

 

Yo no soy un gurú ni un maestro ni nada por el estilo, ni pretendo serlo.

Tampoco soy un salvador de almas descarriadas ni un ser de luz que ha venido de las pléyades con la misión o el propósito de que despiertes. 

O sí, quién sabe…

 

Lo único que podría decirte desde el corazón y con certeza es que no sé quién soy pero estoy en el camino de saberlo.

Vamos, cómo todo el mundo.

 

Porque si ya supiéramos quienes somos no estaríamos aquí en la tierra, ni tu ni yo… 

Pero mientras voy andando por ese camino comparto contigo lo que aprendo. Por si te sirve de algo y se te hace el camino más corto.

 

Y todo esto lo hago bajo el pretexto que ahora te cuento.

 

Siempre he creído en la capacidad del ser humano para influir, cambiar y alterar su realidad.

 

Desde que aprendí a leer estoy investigando y probando la forma de controlar esta capacidad de manifestación de la que hablan los grandes maestros de la metafísica.

 

La magia formó parte de mi infancia

Verás.

Para conocerme un poco más tengo que presentarte a la bruja de mi madre….

 

A ver, no te confundas.

Mi madre es una bellísima mujer, pero también es una brujilla.

 

Te cuento.

 

En mi época (ya parezco un señor mayor) cuando un niño tenía un problema no era como hoy en día que hay mil métodos de educación consciente…

…las madres de entonces se dedicaba a decirles a sus hijos cosas como: «Hijo, la vida es dura qué le vamos a hacer…»

 

En mi casa era distinto. 

Si yo tenía algún problema, alguna situación que necesitaba resolver, mi madre venía y me decía:

-Cierra los ojos, conecta con la fuente y pregunta a tus guías espirituales…

Así es como resolvía los problemas en mi infancia.

 

¿Sabes esas madres que les dicen a sus hijos «deberías aprender de fulanito»?

Pues a riesgo de parecer arrogante…

…yo solía ser ese fulanito.

 

Pero claro, lo que no sabían (ni yo les dije nada) las otras madres es que la mía había despertado mi capacidad de conectar con otras dimensiones que me susurraban cosas al oído.

 

Aunque creo que tampoco me hubieran creído si se lo hubiera dicho… jeje

 

En fin.

 

Tuve la suerte de nacer en una familia donde era habitual hablar de ángeles, espíritus y maestros ascendidos.

 

Mi madre lleva años ejerciendo de medium-tarotista.

 

En casa teníamos una habitación reservada sólo para sus clientas.

 

Mientras merendaba y miraba los dibujos en el salón 

veía como mi madre acompañaba por el pasillo a sus clientas….

…a la vez que con un sola mirada y sin mediar palabra me decía:

«Ponte a hacer los deberes. No me molestes, ni hagas ruido mientras estoy trabajando…»

 

Esa advertencia pocas veces podía evitar que me acercara a espiar lo que hacían, ya que me fascinaba lo que ocurría allí dentro.

 

Me encantaba la habitación.

 

De verdad te digo que parecía la consulta de una bruja.

 

Era una sala pequeña pero lo justo para que las clientas se sintieran cómodas mientras mi madre les leía el futuro o recibía mensajes de sus difuntos.

Solían sentarse en una mesa circular con dos sillas, de la que caía un paño de color granate con simbología dorada del zodiaco. 

Y en el centro de la mesa se podía ver una enorme bola de cristal.

 

Lo sé, muy de película pero el ambiente es importante para una experiencia de este tipo.

Y para los ojos de un niño era todo un espectáculo.

 

Al fondo de la habitación, mi parte favorita: Había una librería con montones de libros sobre esoterismo, magia, hechizos, consciencia, metafísica…

 

Podía pasarme horas revisando esos libros, leyéndolos, aprendiendo…

 

Verás.

 

Leyendo esos libro aprendí muchas cosas, pero hubo algo en concreto que todas las personas deberían conocer si quieren ser capaces de transformar su realidad y manifestar los cambios que desean en su vida de forma natural.

 

Sigo.

 

Lo cierto es que nunca fui un alumno de esos ejemplares. 

 

Es más, creo que mi madre sobornó a algún profesor para que me pasarán de curso en varias ocasiones.

 

Yo era un niño que creía en la magia.

 

Lo veía en mi casa todas las tardes cuando espiaba a mi madre con sus clientas, lo leía en los libros de la librería…

 

…Y sobre todo, lo ponía en práctica.

 

No era un buen estudiante de matemáticas pero sí de metafísica.


No sabía cómo hacer una división con decimales pero sí sabía cómo ordenar al universo que no me pidieran los deberes cuando no los había hecho…

…o que la profesora se saltara mi nombre de la lista cuando nos nombraba para salir a la pizarra…

 

Vale,

quizás no era la mejor forma de aplicar estos conocimientos pero oye, la cosa es que funcionaba…

 

Es una lástima que a medida que te vas haciendo mayor la conexión y la magia se pierde..

Además, la pubertad y todo lo que conlleva,

pues digamos que tampoco ayuda. 

 

Por eso en los últimos años me he propuesto reactivar esa capacidad que todos tenemos innata de generar cambios en nuestra propia realidad, de influir en lo que nos rodea para crear la vida que queremos.

 

Y hacer que todo lo que aprendemos de esos libros se convierta en una práctica diaria y fácil, para mi y para quién me lee y trabaja conmigo.

 

Despertar Evolutivo

Esto que lees. Mi proyecto más personal.

Cómo emprendedor me he hecho valer de todo ese conocimiento para mis proyectos.

 

Tengo varios negocios compartidos con mi amiga y socia Ingrid Portella, con la que a menudo nos apoyamos de estos conocimientos para conseguir nuestros objetivos.

 

Y ahora estás leyendo esto en mi emprendimiento más personal, donde desnudo mi alma y me pongo al servicio de quien lo quiera con un único objetivo:

 

Que descubras quién eres y actives tu capacidad para crear tu propia realidad

 

Para conseguir ese objetivo he creado Despertar Evolutivo, un espacio para la comunidad de personas que como tu y como yo hemos entendido que somos parte de algo más elevado y que estamos aquí para volver a conectar con nuestra naturaleza más divina.

 

Con amor,

Cristian M. Piñol

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